Finishers!!!

Siiiiiiiiiiiii!!!

Me he quitado la espinita del año pasado, cuando no pudimos acabar las 24 horas apoyando al Ain Racing Team!!! Este año, nuestros dos equipos han acabado!!!

Teniendo en cuenta que salíamos muy retrasados en la parrilla, la verdad es que el resultado no podía ser mejor, ya que hemos podido entrar en el Top 30. Concretamente, 23º para el Absolute Racing Team, y 29º para el GRT29.

La carrera ha sido muy dura, pero no os negaré que cuando les veo pasar, cuando les veo llegar a box, cuando les veo sudar… me entra una envídia sana, y me moriría de ganas de cambiarles el sitio.

Está claro que para estar delante tienes que rodar por debajo de 1:53… pero he podido comprobar que muchos equipos están por encima de los 2:00, y en mis tiempos mozos, ese tiempo era algo asumible. Mmmmhhhhh… espero poder correr alguna vez las 24 horas, sería un sueño hecho realidad!

* Lo que habéis leído de este post hasta ahora, fue escrito la tarde en que acabaron las 24 horas. Tres días después, continúo el post, recién llegado de un viaje relámpago a Italia, en el que en 48 horas he visitado a Dainese y Alpinestars y he hecho mis pedidos de programación para la temporada que viene.

 

Jejeje! Estoy releyendo lo que escribí hace tres días, y como se nota que cuando acabas de ver una buena carrera… tienes una especie de subidón que te hace decir tonterías… jejeje.

Ya me veía corriendo en las 24 horas! Jajaja!

Bueno, a la carrera que es lo importante: SOMOS FINISHERSSSSSSS!!!! Como en los maratones, o en las Ultra Trail, hay dos tipos de personas que participan en las 24 horas: Los que van a ganar, que marcan unos tiempazos impresionantes y corren con motos de equipos históricos (Folch Endurance, Suzuki Català, etc), y los más amateurs, que vienen a acabar, a disfrutar, a retarse a ellos mismos, a vivir una aventura que no olvidarán jamás.

Para estos últimos, el hecho de acabar, de haber funcionado como un equipo, es la recompensa más grande que tendrán en mucho tiempo.

Es curioso poder comprobar como las caras de excitación de los pilotos de equipos modestos que llegaban a su box en posiciones muy retrasadas, no tenían nada que envidiar a las caras de los pilotos del Folch Endurance, que se llevaron la victoria absoluta en Scratch y también en EWC.

Es la misma excitación, la misma alegría… y eso no pasa en otro tipo de competiciones. Esa es una de las cosas que más me atrae de las carreras de resistencia. Por suerte, llevo dos años apoyando a equipos modestos, y he podido vivir en primera persona esa intensidad.

Puestos a acabar, cuanto mejor lo hagas, está claro que más satisfecho estarás… así que si Folch Endurance se pica con Suzuki Català y Hall motos, nosotros nos picamos con el Team Matéo, el promorest… o incluso el girls racing team.

La verdad es que nuestros dos equipos fueron muy regulares. Las rimeras seis horas, el GRT29 rodó por delante, con unas 5 vueltas de ventaja sobre el Absolute Racing Team (ART), pero el embrague de los del 29 se quemó, y Marco tuvo que entrar a boxes, perdiendo ahí más de 50 minutos.

Los pilotos del ART parecían relojes, para dos de ellos era la primera vez que rodaban en Montmeló, y si en los entrenos estaban en 2:02, empezaban a sentirse cómodos y a arañar segundos al crono. Curiosamente, las mejores vueltas del ART se hicieron a las 4:00 d la madrugada, con un 56, y a las 6:45 con un 57.

En el GRT29 supieron reponerse del cambio de embrague, y siguieron marcando tiempos muy regulares, que les hicieron subir de la 38ª posición a la 31ª.

Finalmente, el ART acabó 23º, y el GRT29 acabó 29º.

Ya os podéis imaginar las caras de todos los miembros de dos los equipos. Des del primero al último, des del piloto al masajista, se rebosa felicidad por el trabajo cumplido.

El amigo de juventud de alguno de los pilotos, que durante 48 horas habrá sido Team Manager de un equipo de competición, regresará a su casa donde al día siguiente abrirá la carnicería que regenta. El hermano pequeño de un mecánico, que habrá sido el masajista oficial del equipo, intentará llegar a casa pronto, porque el Lunes no puede fallar en el examen de entrada a la facultad de fisoterapia… Como estos dos ejemplos, los demás. Todos habrán estado ahí por amor a la competición, porque aqui nadie cobra.

Esa es la otra historia de las 24 horas, y me apasiona.

Larga vida a las 24 horas de Barcelona!